Gelatina de sandía

Con estos días de calor que estamos teniendo en toda España y sobre todo por el sur, lo que menos apetece es meterse en la cocina entre fogones.

Aunque hay que hacer el esfuerzo, los hornos no se encienden como en otras épocas del año y las cocinas sólo funcionan a medio gas.
Es por ésto, por lo que en mi caso, y supongo que no soy la única, se busca la forma y manera de comer bien variado sin que el calor sea una excusa.

Tiramos de ensaladas, sopas frías o gazpachos y, postres no demasiado elaborados, puesto que no nos podemos quitar tiempo de playa o piscina, sobre todo cuando tienes la suerte de tenerlas tan cerquita…
Este postre no es muy elaborado, por lo que no da tanta pereza prepararlo.
Yo lo hago por la noche, cuando ya no hace calor, y lo dejo para el día siguiente, así también me aseguro que la gelatina haya cuajado bien.

Necesitamos:

1 kilo y medio de sandía limpia de pepitas y cáscara
12 hojas de gelatina neutra
De 6 a 8 cucharadas de azúcar

Y así la preparamos…
Hidratamos las hojas de gelatina en agua fría. Debemos tener en cuenta que las hojas de gelatina no son todas iguales, dependiendo de la marca, así tendrás que poner más o menos cantidad. Normalmente, viene indicado en el sobre.
Trituramos bien la sandía junto con el azúcar en batidora, robot.... Yo la puse en Thermomix 1 min. vel 7.
La cantidad de azúcar depende tanto de lo dulce que esté la sandía, como de lo dulce que nos gusten los postres. Colamos bien y reservamos un litro del zumo.
Calentamos medio vaso de agua, diluimos la gelatina ya hidratada y escurrida y añadimos al zumo de sandía removiendo todo muy bien.
Ponemos en un molde grande o en varios pequeños ligeramente engrasados con muy poco aceite de girasol.
Dejamos reposar en la nevera hasta que esté bien cuajada, mejor si es de un día para otro.

Como ya os dije antes, no es una receta muy elaborada, pero sí una forma diferente de comer sandía.
Espero que os haya gustado…