lunes, 22 de julio de 2013

Croquetas de acelgas y gambones


Lo que a mí me pasa con las acelgas no sé si le pasará a mucha gente, me parecen unas hojas verdes insípidas y aburridas; así que, para comerlas, lo que hago es buscar alternativas para consumirlas ya que es un alimento rico en reguladores naturales, contienen muchas vitaminas, sales minerales, betacaroteno y fibra. Es el vegetal que más folatos posee. Los folatos son vitaminas que actúan directamente sobre la producción de glóbulos blancos y rojos, y en la formación de anticuerpos. También tienen altas concentraciones de potasio magnesio y yodo. 
La verdad es que después de saber todo esto sobre las acelgas, hay que ir pensando en que no nos falten en nuestra dieta y sobre todo, intentar que los niños las coman.
Estas croquetas, seguro que nos ayudan a ello…



Necesitamos:

10 ó 12 hojas de acelgas
12 gambones o langostinos grandes
1 cebolla mediana
3 dientes de ajo
300 ml de leche
150 ml de aceite de oliva
7 cucharadas colmadas de harina
un pellizco de nuez moscada molida
una pizca de pimienta blanca molida



Y así las preparamos…

Lavamos y cortamos las acelgas en trocitos pequeños. Las hervimos, mejor si es al vapor, para que absorban menos agua y conserven mejor todas sus propiedades. Escurrimos bien y reservamos.
Pelamos y cortamos en varios trocitos los gambones o langostinos. Reservamos.
En una sartén grande antiadherente ponemos el aceite y freimos en el los ajos y la cebolla todo picado muy fino, cuidando que no se nos queme.
Añadimos las acelgas y los gambones y mareamos un poco hasta que estos últimos tomen color.


Ahora le incorporamos la leche, la sal y las especias y antes de que se caliente demasiado para que no se nos formen grumos, vamos añadiendo la harina poco a poco y sin parar de remover.
La cantidad de harina es algo orientativa, se la vamos poniendo poco a poco hasta que veamos que ya tiene la consistencia que nos guste; a mí, personalmente, me gusta que me salga una bechamel espesa y que se pueda manejar con las manos.
Cocemos todo hasta que se la bechamel no se quede pegada a la sartén.
Debemos tener en cuenta, que la bechamel espesa cuando se enfría, por eso no debemos pasarnos con la harina.


Cuando ya tenemos lista nuestra bechamel, la vertemos en una fuente y la extendemos bien tapándola con un film para que no forme costra.
Una vez fría, formamos nuestras croquetas, las pasamos por huevo batido y pan rallado, y las freímos en abundante aceite caliente.

Nota: Yo las acompaño con salsa agridulce, para contrastar sabores y darle algo más de alegría, si cabe…


5 comentarios:

  1. Me parece una forma deliciosa de comer acelgas. Me la apunto.
    Bss

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  2. Tienes razón, no sé por qué las acelgas parecen tan sosas y aburrida cuando tienen tantas propiedades. La verdad es que tu propuesta me parece genial. Besos.

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  3. Anónimo24.7.13

    A mi personalmente me encantan las acelgas y ya con esta maravillosa receta, pufff. Evita te luces en cada receta.

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    1. Muchas gracias!! Para mí es todo un placer enseñar lo poquito que voy aprendiendo.
      Saludos!!

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  4. Que originales!
    Además con una mezcla de sabores deliciosa, como me ha gustado!
    Esto te lo copio, lo sabes verdad?
    Besazos.

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