sábado, 27 de abril de 2013

Vinegreti o ensaladilla rusa al estilo de Georgia

No os habéis preguntado nunca si la ensaladilla rusa es en realidad una ensalada de origen ruso? Seguro que sí, al menos a mí si que me ha picado la curiosidad muchas veces.
Pues para quien no se le haya ocurrido buscar información, os puedo decir  que sí, que la ensalada rusa existe. La inventó Lucien Olivier, chef de uno de los restaurantes mas famosos de Rusia en el siglo XIX, el "Hermitage" que por lo visto se llevó su receta a la tumba y todas las recetas de ensalada rusa que conocemos hoy son versiones adaptadas a los gustos y a los diferentes países.



Como no conozco a ningún ruso/a a quien poder preguntar, se me ocurrió que le podía preguntar a Levan, un chico que trabaja en la empresa de mi marido y que es de Georgia, país que hace años pertenecía a la antigua URSS.

Cuando me puse a hablar con él, la verdad es que tenía un poco de vergüenza por si hacía el ridículo, pero como lleva tantos años con nosotros, lo más que podía pasar es que la conversación acabara en unas risas....
La respuesta fue que sí, que existe pero que varían los ingredientes.
En realidad es muy parecida a la que conocemos en España, pero su sabor es muy diferente.
Cual fue mi sorpresa cuando un día llego a la oficina y me encuentro un tupper con ensalada vinegreti (así es como se llama allí) metida en el frigo.
Por lo visto se lo dijo a Laura, su madre, y ella muy amablemente la preparó especialmente para mí....
La verdad es que me gustó mucho el detalle y la ensalada....!!
Rápidamente le pedí la receta justo después de probarla porque me encantó!!
La verdad es que ha tardado un tiempo en dármela, pero por fin la tengo y hoy la voy a compartir con todo el que quiera.




Necesitamos:

4 patatas cocidas grandes
1 cebolla mediana
4 huevos duros (solo la clara)
1 zanahoria cocida
1 lata pequeña de guisantes
4 pepinillos grandes en vinagre
un buen manojo de perejil
un pellizco de pimienta negra recién molida
mayonesa
sal

Y así la preparamos....

Cortamos las patatas, cebolla, zanahoria, claras de huevo y pepinillos en dados pequeños y ponemos todo en un bol junto con los guisantes, el perejil cortado todo lo fino que podamos y la pimienta. Vamos poniendo cucharadas de mayonesa y vamos removiendo. La cantidad de la mayonesa depende del gusto de cada uno. Ponemos en una fuente y adornamos como más nos guste.




Notas:
-Es una receta muy sencilla y económica que merece la pena hacerla aunque solo sea para probar.
-Las cantidades las podemos variar según gustos.
-La mayonesa puede ser casera o de bote.


A ver si os animáis a hacerla, siempre es bueno conocer el origen (aunque sólo sea aproximado)
de las cosas...


sábado, 20 de abril de 2013

Manzanas al horno con Málaga Virgen

Aunque las manzanas al horno son un clásico, yo no las había hecho nunca.
Hace unos días vi que tenía el frutero cargado de ellas y me decidí a hacerlas.
La receta me la dio mi amiga Celia. Ella me dijo que le ponía vino tinto, rosado o brandy, pero yo pensé que el vino de Málaga también les vendría perfecto, y no me equivoqué...
De hecho, he visto varias recetas que llevan este delicioso vino de mi tierra.
El almíbar que queda es delicioso.




Necesitamos:

Manzanas golden maduritas (yo puse 6)
1 ramita de canela por cada manzana
Azúcar
Vino Málaga Virgen ( u otro vino dulce)



Y así las preparamos....

Precalentamos el horno a 200º.
Lavamos, secamos y descorazonamos las manzanas.
Las colocamos en una fuente apta para horno y en su interior le ponemos media cucharadita de azúcar, una ramita de canela y un chorreón de vino dulce.
Las introducimos en el horno y las tenemos unos 30 minutos. El tiempo depende del tamaño de las manzanas.
Cuando lleven unos 20 minutos, las pinchamos con un palito de brocheta.
Deben estar tiernas pero no demasiado ya que se nos pueden romper al sacarlas para servirlas.
Las servimos frías rociadas con un poco del almíbar que queda en el fondo.

Nota: Como podéis comprobar, no es un postre del otro mundo, pero es una forma de aprovechar las manzanas cuando tenemos muchas y se nos están madurando demasiado. Además, están realmente buenas.


Espero que os hayan gustado....




domingo, 14 de abril de 2013

Fresas rellenas de cheesecake

La receta de hoy es como poco sorprendente, al menos así lo ha sido en el almuerzo familiar en casa de la abue.



Me tope con ella por casualidad en una página llamada Zoom Yummy.
Me gustó mucho y me dije: "Estas las tengo que hacer yo, y como estén la mitad de buenas de lo que parecen, se las enseño a mis amig@s del blog."
El caso es que no están la mitad de buenas de lo que parecen, están como mínimo, el doble!!
Igual es una tontería, pero a mí me recordó a la peli Ratatouille, cuando Remy coge (si no recuerdo mal) un trozo de fresa y otro de queso, los prueba juntos y siente la explosión de sabores....

Es fácil de elaborar aunque un pelín laboriosa, pero creedme que merece la pena.
He variado un poco el frosting, porque la primera vez que las hice, se me quedó demasiado líquido.
Como podéis ver, a la segunda ha salido muy bien.



Necesitamos:

500 gr. de fresas
75 gr. de mantequilla
125 gr. de queso de untar (yo puse Philadelphia)
110 gr. de azúcar glass
1/2 cucharadita de aroma de vainilla
2 galletas María

Y así las preparamos...

Sacamos unos 10 minutos antes la mantequilla del frigorífico. La hacemos taquitos y la ponemos en un bol para trabajar con varillas.
Batimos la mantequilla hasta que se haga una pasta y añadimos el azúcar. Ahora debemos tener cuidado al batir para que la cocina no se convierta en un precioso paisaje nevado.
Cuando este bien mezclado, le añadimos la vainilla y batimos hasta que se incorpore.
Ahora le ponemos el queso y seguimos batiendo pero solo lo suficiente hasta que se haga una crema lisa. Deberá formar picos.
Reservamos en el frigo.
Lavamos y secamos bien las fresas.


Le cortamos el tallo y la punta para que se puedan sostener de pie.
Con un cuchillo pequeño con punta, le sacamos parte de la pulpa para dejar hueco para el frosting y las colocamos en una bandeja.
Sacamos el relleno del frigo y lo ponemos en una manga pastelera. Si no tenemos, usamos una bolsa apta para alimentos y le cortamos un pico pequeño.
Rellenamos las fresas y espolvoreamos por encima con las galletas previamente trituradas.



Notas:
1- Debemos usar fresas de tamaño mediano, lo ideal es comerlas de un solo bocado.
2- Las fresas no deben estar muy maduras, se nos podrían romper al manipularlas.
3- Si cuando abramos el queso tiene un poco de suero, lo escurrimos bien. El frosting se nos podría bajar.
4- Si utilizamos varillas eléctricas, usaremos velocidad media-baja
5- Para triturar las galletas, basta con meterlas en una bolsa, cerrarla bien y darle golpecitos con un rodillo, vaso, botella....
6- Las puntas y rellenos de las fresas, las ponemos en un tupper y las guardamos en el frigo. Para qué las podemos usar?? Yo, por ejemplo, después del atracón de postre en el almuerzo, las puse en un bol con cereales y leche desnatada y me las comí para cenar  ; )

Espero que os hayan gustado tanto como a nosotros....


martes, 9 de abril de 2013

Bundt cake de vainilla

No sé exactamente cuanto tiempo hará que quería estrenar este molde, pero no me atrevía por miedo a que se me destrozara al desmoldar.


Todos los domingos nos vamos mis hermanos y yo con todas nuestras proles a comer a casa de mi madre y el pasado domingo hablando por teléfono con ella me decía que no había hecho bizcocho ni tenía nada para acompañar al café. Yo no le dije nada y pensé: Son las 12, aun me da tiempo de hacer un bizcocho o algo.
Abrí el cajón donde guardo los moldes y ahí estaba él, con su cartoncito protector aún, sin que nadie le hiciera caso. Lo miré y me dije... Vamos a echarle valor...!


Para la receta preferí irme a lo seguro, El rincón de Bea y le cogí una de sus recetas, ya que he preparado alguna que otra receta suya y todas me han salido perfectas.
Y el resultado, como podéis ver, perfecto!
Queda un bizcocho denso pero muy esponjoso y con un delicioso sabor a vainilla.

Vamos con la receta



Necesitamos:

200 gr. de harina todo uso (yo usé Gallo)
50 gr. de Maicena
2 cucharaditas de levadura química
3/4 de cucharadita de sal
285 ml. de nata para montar muy fría
3 huevos XL
200 gr. de azúcar
2 cucharaditas de esencia de vainilla

Y así lo preparamos...

Precalentamos el horno a 175º
Engrasamos un molde de Bundt.
Tamizamos la harina, Maicena, sal y levadura. Reservamos.
Montamos la nata. Reservamos.
Batimos los huevos con varillas eléctricas y vamos añadiendo el azúcar cucharada a cucharada. Seguimos batiendo hasta que hayan doblado el volumen y la mezcla esté blanquecina y esponjosa. Ponemos la vainilla y batimos un minuto más.

Incorporamos la harina en tres veces sin dejar de batir y cuando se haya integrado toda le ponemos la nata montada también en tres veces hasta que esté bien incorporada.
Echamos la mezcla en el molde y damos unos golpecitos en la encimera para que se quede uniforme y salga el aire que haya podido quedar en la masa.
Horneamos unos 35 ó 45 minutos o hasta que al pincharlo el palito salga completamente limpio.
Dejamos el molde enfriar sobre una rejilla durante 10 minutos. Desmoldamos y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.

Espero que os haya gustado...!!



viernes, 5 de abril de 2013

Lasaña barbacoa

A esta lasaña mi hijo mayor Fernando le hace la ola cada vez que la hago porque es super-fan de la salsa barbacoa.
Podemos hacerla con la salsa casera o si no disponemos de mucho tiempo o de algún ingrediente, también la podemos preparar con salsa barbacoa de bote.



Necesitamos:
1 paquete de placas de lasaña de las que más nos gusten
750 gr. de carne picada (yo puse mitad ternera, mitad cerdo)
1 cebolla
1 trozo de pimiento rojo
aceite de oliva
200 ml (un vaso) de tomate triturado
Sal

Para la salsa barbacoa:

1 cebolla mediana
150 ml de salsa de tomate
3 cucharaditas de azúcar moreno
3 cucharadas de vinagre de vino tinto
2 cucharadas de salsa Perrins
2 cucharadas de salsa de soja
1/2 cucharadita de orégano
aceite de oliva

O bien 175 ml. (medio bote aprox.) de salsa barbacoa

Para la bechamel:

1/2 litro de leche
2 cucharadas de harina
1 cucharada de mantequilla
1 pizca de sal
1 pizca de pimienta



Y así la preparamos...

Cocemos las placas de lasaña siguiendo las instrucciones del envase.
En una sartén, ponemos aceite de oliva pero sin pasarnos, lo suficiente para cubrir el fondo. Sofreimos en el la cebolla y el pimiento picados en trocitos pequeños. Añadimos la carne picada con un poco de sal sin parar de remover para que no se nos quede hecha un bloque.
Cuando esté sueltecita le añadimos el tomate y dejamos que se cocine a fuego lento removiendo de vez en cuando.

Mientras tanto vamos preparando la salsa (si es que no vamos a usarla de bote...)
Freimos la cebolla en un poco de aceite  y cuando empiece a dorar añadimos el resto de ingredientes y dejamos cocer durante unos 10 minutos.



Cuando esté algo templada la trituramos y la añadimos a la carne. Damos unas vueltas para que se mezcle bien, rectificamos de sal si fuera necesario y retiramos del fuego.

Ahora vamos a preparar la bechamel. Es tan sencillo como poner todos los ingredientes en frío en un cazo, poner a fuego medio y cocinar sin dejar de remover  hasta que empiece a hervir.
No sale ni un grumo, garantizado.

Montamos nuestra lasaña poniendo capas de pasta y carne alternadas, cubrimos con bechamel y queso rallado y metemos en el horno hasta que esté doradita.