Torrijas con vino dulce

Hola a tod@s!
Se acerca la Semana Santa, de hecho ya estamos en Cuaresma y uno de los dulces más tradicionales por estas fechas son precisamente las torrijas.

Sinceramente no me gustaba mucho hacerlas, porque el aceite se me ensuciaba mucho con el huevo, y tenía que estar "pescando" con la espumadera los restos para que no se quedaran pegados en las torrijas que iba friendo. Pero desde hace unos años me busqué un truco para que esto no me sucediera.
En lugar de ir remojando las torrijas en huevo y echarlas directamente a la sartén, las voy remojando y las pongo sobre una rejilla, así cuando he terminado de remojarlas todas, el huevo que les sobra ya se ha escurrido. Este truco también nos sirve para que absorban menos aceite, así que tenemos un 2 x 1 !
Yo he utilizado pan para torrijas, pero podemos usar cualquier pan que esté asentado, es decir del día anterior o incluso de dos días.

Vamos con la receta!!

Para 12 torrijas grandes o 24 pequeñas necesitamos:

Pan para torrijas -o pan del día anterior cortado en rebanadas-
1/2 litro  de leche
1 palo de canela
1 trozo de piel de limón
1 trozo de piel de naranja
1 vasito de vino dulce -unos 100ml-
3 huevos
Aceite de oliva suave o girasol para freír
Azúcar y canela molida para rebozar

Preparamos las rebanadas de pan. Yo las he cortado por la mitad para que no fueran demasiado grandes.
En un cazo ponemos la leche a hervir con el palo de canela, la piel del limón y de la naranja. Cuando rompa a hervir retiramos del fuego, tapamos y dejamos infusionar hasta que esté completamente fría.
En la encimera colocamos la rejilla con papel absorbente debajo. La rejilla nos va a servir para todo el proceso.
Una vez fría la leche, la colamos y le echamos el vino dulce. Removemos y vamos mojando las rebanadas de pan durante unos segundos y las vamos colocando sobre la rejilla.
Cuando estén todas, batimos los huevos y remojamos el pan ahora en el huevo. Vamos colocando de nuevo sobre la rejilla.
En una sartén ponemos abundante aceite y cuando esté caliente pero no humeante vamos friendo las torrijas hasta que estén doraditas por ambos lados.
Las volvemos a colocar sobre la rejilla para que se enfríen y suelten el exceso de aceite.
En un bol ponemos azúcar y una cucharadita de canela molida y cuando estén completamente frías, las pasamos por la mezcla.
Ahora solo queda disfrutar de nuestras exquisitas torrijas.