viernes, 4 de noviembre de 2016

Tortas locas

Hola a todos!!



Hoy como cada 4 noviembre desde hace ya varios años, se celebra el #diadeldulceTS. 
Yo, como soy malagueña hasta las trancas, pues voy a colaborar con un dulce muy típico malagueño. Las locas. Y es que este dulce tiene historia; en el periódico La Opinión de Málaga la cuentan así...

"(...)Este pastel sencillo y bueno, viene de la mano de una de las grandes familias de confiteros de Málaga. Tejeros.
En los tiempos de las hambres -es curioso que se hable de esa época en pasado cuando a día de hoy más de uno traga chispas para comer caliente- , una mujer trabajadora y valiente llamada Ángeles, decidió convertir la sencilla cocina de su casa en la pedanía Camino de loa almendrales en un pequeño obrador en el que, con harina de estraperlo elaboraba bollos y freía rosquillas y borrachuelos para posteriormente venderlos en las lecherías y en los antiguos despachos de pan que había en los barrios clásicos de Málaga.
José Ruiz, un niño, acompañaba a su madre en estos menesteres y con los años fue aprendiendo el oficio más puro que jamás en la vida puede existir que es aquel que te enseñan tus padres.
Pasa el tiempo y gracias al esfuerzo y dedicación de la gente trabajadora, lo que al principio comenzó como un salvavidas acaba siendo un obrador reconocido. En la Victoria y Capuchinos comienza a oler muy bien y de los hornos de leña y los peroles salen torrijas, bizcochos y pestiños dando dulzura a cambio de muy poco a la gente más sencilla -que por aquella época era la mayoría-.
Aparece en escena Eduardo Rubio, jugador del Club Deportivo Málaga, que tiene la suerte de conocer a "Mari Tejeros y Pepe Ruiz" con la que consigue crear las sinergias suficientes para cumplir con un objetivo principal: elevar el nivel y la calidad de los dulces que los malagueños degustaban.
Eran años complicados y -aunque haga poco tiempo de aquello- no hace muchas décadas, en Málaga se padecía una de las pobrezas más dolorosas que existen y es aquella que afecta a la clase media. Si ahora no te va mal, puedes ir tirando con soltura y tener un refugio para ser medianamente feliz. Hace unos años en Málaga, si no te iba mal la cosa, era señal de que podías comer, dormir y vivir en condiciones dignas.
Por aquellos tiempos, los dulces a los que accedían la mayoría de los malagueños eran básicos y puede que algo bastos. Nada que ver con la actualidad y es que la pastelería fina era del todo inaccesible para la mayoría. Un buen dulce era un lujo exclusivo para las clases acomodadas mientras que la gente sencilla se conformaba con tortas y pastas secas que tenían en una almendra tostada por encima el toque de distinción.

Ante la circunstancia, se crea un pastel distinto que hace que cambie por completo la visión de los dulces para los malagueños. Dos discos de hojaldre, una crema pastelera y un glaseado naranja por encima coronado con media guinda son los elementos con los que se crea la torta loca. Todo sencillo. Todo barato. Incluido el glaseado que, aunque parezca lo contrario, no era yema de huevo sino una glaseado de azúcar que resultaba mucho más barato. 
Casualidades de la vida, esa yema que no era yema provenía de Cataluña -dónde si no-.
Llega la frescura a finales de los años setenta a Málaga. Se tapan con mármol las calamidades y respira un pueblo que, aún con el futuro turbio, consigue ver los colores más vivos en un proyecto común.
Este dulce triunfa. Los padres llegan a su casa con un papelón con tortas locas. Fresquitas y cremosas y los niños dan palmas con las orejas. Han pasado de una torta más seca que el ojo de un peluche a un dulce con crema y el color más llamativo del mundo. Pero faltaba la denominación. Y llegó una canción que causó sensación: "A lo loco se vive mejor". Y de ahí el nombre de esta institución culinaria malacitana. (...)
Esa es la historia de este dulce genuino que traspasa fronteras. Que se envía a medio mundo para regalar Málaga a aquellos que llevan su ciudad más allá del golpe de pecho y el ataque al de fuera. (...)"



Y ahora vamos con la receta. He de decir que ésta no es la receta original que ya la quisiera yo pa mí. Eso es secreto de estado. Pero así es como yo las hago y según mis catadores oficiales están buenísimas.

Necesitamos:

2 Láminas de hojaldre
1 bote pequeño de guindas

Para la crema pastelera:

250 ml. de leche
70 gr. de azúcar
2 yemas
25 gr. de azúcar
piel de medio limon

Para la cobertura de yema:

100 ml de agua 
175 gr. de azúcar
4 yemas
50 gr. de maicena
colorante naranja

Para el glaseado final:

150 gr. de azúcar glas
40 ml. de agua

Y así las preparamos...


Con un cortador hacemos discos de hojaldre del tamaño que más nos guste y en una bandeja de horno  ponemos un papel de hornear los discos de hojaldre encima, cubrimos con otro papel y por último ponemos otra bandeja encima para que el hojaldre no nos suba en exceso. Horneamos siguiendo las instrucciones del fabricante. 

Mientras preparamos la crema pastelera. Ponemos la leche a calentar con la piel del limón. En un bol aparte batimos bien los demás ingredientes y los añadimos cuando la leche esté caliente. Removemos sin parar hasta que hierva y empiece a espesar. Retiramos del fuego y reservamos.

Ahora la cobertura de yema. Hacemos un almíbar con 100 ml de agua y 100 gr. de azúcar. Batimos el resto de ingredientes y añadimos al almibar que previamente habremos dejado entibiar. Lo ponemos al fuego y cocinamos removiendo sin parar hasta que haya espesado un poco. 

Por último preparamos el glaseado que es tan sencillo como mezclar el azúcar glas con el agua hasta que quede como una especie de jarabe blanquecino.

Ahora vamos a montar las locas.


En un disco de hojaldre, ponemos un poco de crema pastelera (o un mucho, como más nos guste),



colocamos encima otro disco y presionamos un poco para extender bien la crema, Ponemos una cucharada de cobertura de yema,



Colocamos media guinda y por último le ponemos un poco de glaseado de azúcar.

Repetimos la operación hasta que se nos acabe el hojaldre.

Espero que os haya gustado. No estaría mal que le echárais un vistazo al recopilatorio que los demás participantes del día del dulce TS ha hecho. Podéis verlo pinchando AQUÍ





9 comentarios:

  1. Ay Eva de mis amores, miles de locas habré comido,y que ricas,que fresquita que hasta a la playa me las he llevado,me has hecho recordar tantas cosas que me he puesto melancólica, de seguro me llevo la receta,ademàs es que te han quedado de escaparate!!
    Besos paisana.

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  2. Ay Eva de mis amores, miles de locas habré comido,y que ricas,que fresquita que hasta a la playa me las he llevado,me has hecho recordar tantas cosas que me he puesto melancólica, de seguro me llevo la receta,ademàs es que te han quedado de escaparate!!
    Besos paisana.

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  3. No conocía estas tortas locas, qué historia más curiosa. Sea original o no, la receta tiene muy buena pinta. Me la apunto, que seguro que en casa les gustan :)

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  4. Yo tampoco conocía estas tortas, y la historia que nos has contado me ha gustado mucho. Me parece una receta muy buena, me la guardo!! Gracias y besos!!

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  5. Que alegría encontrarme con esta receta,a mi nieto le encantan y ahora se las puedo preparar.Gracias!!!!!!

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  6. acabamos de conocer tu cocina y nos quedamos, te invitamos a conocernos.
    esta receta tiene una pinta estupenda¡¡¡.
    besos crisylaura

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  7. Qué interesante!! Y qué rico tiene que estar. Enhorabuena !!

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  8. No conocia este dulce, pero me ha encantado, sin duda me los llevo para probarlos.
    Besos. Lola

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  9. He oido hablar de ellas pero no las he probado, el aspecto es impresionante!! Bs.

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Gracias por dejar tu comentario. Eso es lo que me anima a seguir compartiendo las recetas de mi familia y las que más me gustan con tod@s vosotr@s.